sábado, 30 de octubre de 2010

La Muñeca y el Juego del Miedo


Todo comenzó por esta cancioncita (pónganle play para que se acompañen en su lectura):


Dresden dolls es un grupo de género musical "Cabaret Punk Brechtiano" (así dicen ellos), cuyos integrantes se conocieron en una fiesta de Halloween, justo hace diez años. El nombre viene del bombardeo a la ciudad de Dresde, uno de los eventos bélicos que más se le cuestionan a los aliados, y que fue muy bien aprovechado por la propaganda nazi para erigirse como víctimas; la muy bella ciudad de Dresde era considerada un ícono cultural y un atractivo turístico importante de Alemania, la destrucción de su centro histórico y la muerte de decenas de miles de civiles se considera un crimen de guerra. También era un centro industrial importante -al parecer el conjunto de esas industrias fue el objetivo militar-, entre las de talleres aeronáuticos, ferroviarios, de laboratorios químicos y otras más de importancia estratégico-militar, estaba la de fabricación de muñecas de fina porcelana, característica de esa ciudad y muy cotizada aún en el mercado actual especializado en ese ramo, sobretodo cuando dejaron de fabricarse después del bombardeo. De ahí el nombre del grupo.

Hechas de materiales diversos, como madera, trapo, papel, celuloide ("de sololoy", como se decía popularmente en México) y recientemente de plástico, las muñecas han cambiado bastante con los años, especialmente a finales del siglo XIX, cuando pudieron fabricarse moldes de porcelana (específicamente de biscuit, un material muy resistente que permitía moldear rasgos de perfección sorprendente,aunque de severidad adusta), el producto final era tan costoso que en realidad pocas veces se destinaba como juguete para una niña, y eran las mujeres adultas las que las coleccionaban tras vitrinas transparentes.


Las muñecas son artículos que hoy identificamos con el juego, y que entre otras funciones sirven para canalizar sentimientos heridos como la ira, la frustración y otras emociones infantiles, pero al inicio de la historia de la humanidad tenían otra connotación: eran objetos mágicos o religiosos. En casi todas las culturas se han encontrado vestigios de ellas, especialmente en tumbas, y aunque con el tiempo, también en todas las culturas se ha transformado en un objeto lúdico, es común que se le siga atribuyendo un carácter mágico... o incluso, demoníaco.


(Espacio pagado para un anuncio subliminal de FanzineAdds: La Sonrisa de la Muñeca, cuento breve de Mamá Bicho en la serie de entradas que conmemoraron estos días en el año pasado, del 27 de Octubre al 2 de Noviembre).


Justamente esas caritas de porcelana, tan humanas y tan serias son las que más han alimentado las fantasías de horror. La voz popular dice que los vínculos de las muñecas con sus dueños permanecen aún cuando estos han crecido, han partido o han muerto, asegurando, no pocas veces, que el espíritu se ha posesionado del juguete; además de que son uno de los objetos que más se relacionan con la brujería, utilizándolos como vehículos de hechizos y maldiciones.

Entre tantas historias de muñecas poseídas, aquí en México destaca la de La isla de las muñecas, en Xochimilco, en donde un hombre solitario colgó decenas de muñecas en las ramas del árbol de su chinampa, para alejar el mal espíritu de una joven ahogada (aunque sus vecinos aseguran que ellas fueron las que lo ahogaron en el mismo lugar que el espíritu se aparecía), actualmente este islote es un atractivo turístico.


Pero la historia de Okiku, en Japón, es una de las más famosas y más desconcertantes. La muñeca de porcelana fue un regalo a una niña con enfermedad terminal, la que ni en sus peores días se separó de ella, cuando la pequeña murió la familia olvidó quemar a la muñeca junto con las demás cosas de la niña, y en recuerdo de ella, decidieron conservar al juguete junto a sus cenizas. Con el paso de los meses notaron que el cabello de la muñeca -que originalmente era corto- iba creciendo. En la Segunda Guerra Mundial la familia emigró y confió su cuidado al templo local (Hokkaido), donde se encuentra en exhibición, mostrando que el pelo de la muñeca sigue creciendo año con año. Por supuesto, una de las hipótesis es que el espíritu de la niña habita dentro de la muñeca y que es su cabello el que crece (curiosamente Okiku es también el nombre de otro fantasma famoso en la tradición oral japonesa).


Pero si antes era involuntario el efecto de miedo al ver los rostros de porcelana, en la actualidad el interés por el horror, lo gótico y lo siniestro ha dado paso a muñecas de aspecto intencionalmente repelente, además de los intentos góticos más comerciales, hay otros que proponen una nueva estética, combinando la ternura y el horror:













8 ideas en tránsito:

nora (una japonesa en Japón) dijo...

Qué curioso, hoy he aprendido una historia de mi país a través de una mexicana. No conocía la historia de Okiku, da un poco de miedo pero es interesante.
Tampoco sabía lo que significa "chinampa", pero los señores del Google me lo enseñaron :P
¿Hay gente que compra esas muñecas mezcla de ternura y horror? ... Mis gustos son diferentes ... ;)
Un gran abrazo.

Nash dijo...

Siempre me han dicho que soy "rara" y, tal vez, puede ser que si: nunca me han gustado las muñecas. De muuy chiquita tuve una que originalmente era de mi mamá, luego se la pasé a mi hermana y yo me desentendí de ella (tampco tenía insinto materno, estaba muy chiquita para eso, jeje). Nunca más tuve muñecas o muñecos (de esos de bebés).

Creo que dentro de mi algo me dice que no son un simple objeto lúdico o, no se, sólo es mi paranoia. Pero, si no me gustan las muñecas normales, menos me gustarán esas mezclas de ternura y horror.

Y hago la misma pregunta que nora: ¿quién las compra eso?

Saludos!!

malbicho dijo...

@nora
mira!, yo estaba segura de que vendrías a corregirme algo o a anexar más información (no hay mucha en la red, más que un par de posts que otros han copiado en sus blogs, y que dicen lo que yo pongo aquí, y es esta información la que se ha vuelto popular viralmente)

perdón por no haber especificado más sobre las chinampas, sí pensé que sería necesario pero se me pasó... lo bueno que existe san google -je-

te respondo a ti y de una vez a Cuetzpallin en su pregunta común: son cotizadísimas!, especialmente el trabajo del primer enlace se ha vuelto popular y fue muy difundido el año pasado, yo busqué otra muestra de su trabajo y no los muñequitos más famosos, pero son un éxito de ventas (y créanme que busqué las muestras más lindas -je, je-)

un abrazo!

@Cuetzpallin
pues sí que eres inusual -je-, yo me sentía "diferente" por no gustar de las barbies, pero las muñecas de trapo, de papel, de madera, de plástico (de mi tamaño!) y hasta tejidas, fueron de mis juguetes más entrañables, todavía conservo una gran parte de las que tuve y las atesoro... pero mi mamá me contaba de niña una historia de terror que me hizo nunca dormir con ellas, ahí dejé el enlace -je-

te decía, en la respuesta para nora, que son realmente cotizadas, a mí me encantan... pero creo que las pondría lejos de mi cama -je, je-

saludos!

marichuy dijo...

Bichito

En los últimos años, para buenos relatos de horror (al menos en cine) nadie como los japoneses. Claro luego llega Hollywood y refritea los filmes de horror japonés, o coreano, y nomás los echa a perder, como todo lo que refritea.

Esa historia de Okiku está genial, me extraña (igual existe) que no la hayan llevado al cine.

Y yo, vuelvo a repetir mi comentario de hace un año: yo como la muñeca fea de Cri Cri, cuando hay cuentos de horror, harto macabros, me escondo por los rincones para que nadie me vea ni me quiera espantar.

Jinshio dijo...

ah decir verdad no soporto ver muñecas o figuras humanas no por miedo, sino por que me revuelve el estomago..
buen post!!!!

NoSurrender dijo...

Siempre me dieron miedo todas las muñecas, pero aquellas de porcelana, tan pálidas y siniestras, ya eran el terror :)

malbicho dijo...

@marichuy
son geniales los japos, a mí todavía me da miedo la escuincla del aro y tiemblo cuando se pone la estática en la tele -je-

ayer me pasó algo muy ad-hoc para estos días, andaba yo programando mi entrada para mañana y que se apaga y prende la luz, me dio susto porque estaba yo en la casa sola y no hubo un parpadeo en la compu que me diera a entender que era una falla eléctrica, el suceso se repitió dos veces más antes de que se fuera la luz por completo, me asomo a la calle y sólo era mi casa, para esto no quise acompañar al resto de la familia a un jalogüín, así que el escenario era perfecto para que fuera yo la próxima víctima de michael myers, pa´ colmo, oigo ruidos en el piso de abajo, me consuelo pensando que era mi perra y no la encuentro, la llamo y no sale, ya esperaba verla hirviendo en la olla tamalera, me fui a encerrar a mi cuarto y a meterme en las sábanas con la ropa puesta, haciendo mil planes estratégicos para cuando oyera que querían romper mi puerta a hachazos -je, je-

ya luego llegaron de la fiesta con dulces y me senté a comerme un bubulubu

=D

@jinshiO
jajajaja... figuras humanas tampoco???, y cómo le haces para convivir con el resto del mundo, entonces?

@NoSurrender
sí, algo tienen esas caritas que meten sustito

=D

Jinshio dijo...

solo lo inanimado, los humanos no hay problema...a veces

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