miércoles, 16 de enero de 2013

Los Diarios de Susan Sontag



«Siento un poco de vergüenza de ser estadounidense. Siempre me ha molestado la vanidad de querer ser los primeros, la cultura popular, las películas de Hollywood... Quizá por eso me gusta tanto sentirme extranjera. Me interesan más los derrotados que los vencedores».



«El arte es una forma de consciencia».

«La única diferencia entre los seres humanos es la inteligencia».
Susan Sontag.



Provocadora, polémica, brava, comprometida, profundamente crítica, Susan Sontag era una mujer de inteligencia avasalladora que sacudió las mentes norteamericanas por su nada complaciente análisis al sistema y cultura de su país, que lo mismo abordó la guerra de Vietnam o las políticas del gobierno norteamericano tras los ataques del 11 de septiembre. Así como las de países como Israel, a las que criticó desde el mismo estrado en que la galardonaban con el Premio Jerusalen de Literatura, el máximo premio israelí otorgado a escritores extranjeros. Además de la política y el poder, Sontag analizó la cultura occidental con la misma precisión quirúrgica, hasta en la manera de entender las enfermedades, y justo lo hace desde su misma condición de enferma de cáncer (del que derivaría posteriormente la leucemia que le causó la muerte a los 71 años), en La  enfermedad y sus  metáforas, y El SIDA y sus metáforas, reflexiona sobre los prejuicios negativos, los estigmas y las actitudes sociales con que se conciben y acompañan a las enfermedades.

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Esa disección con bisturí analítico, también lo hace de sí misma en los escritos que salen a la luz tras su muerte, en 2004. En contraste con sus combativas ideas, activismo social y contribuciones intelectuales, poco se sabía de la vida privada de la escritora, dramaturga, cineasta y ensayista; incluso su relación con la reconocida fotógrafa Annie Leibovitz, y la hija que tuvieron durante su unión sentimental, fueron muy poco difundidas en sus detalles. Su vida personal y su aspecto íntimo fueron muy bien resguardados por ella misma hasta su muerte, hasta que su hijo y editor, David Rieff decide editar los diarios que ella comienza desde a los 14 años, cuando con lucidez pasmosa, enumera sus convicciones, creencias y preferencias:

Creo que: 

 (A) Que no hay dios personal o vida después de la muerte 
 (B) Que la cosa más deseable en el mundo es la libertad de ser fiel a uno mismo, es decir, Honestidad 
 (C) Que la única diferencia entre los seres humanos es la inteligencia 
 (D) Que el único criterio de una acción es su efecto último en hacer que la persona feliz o infeliz 
 (E) Que está mal privar a un hombre de la vida [comentarios 'f' y 'g' están desaparecidos.] 
 (H) Creo, además, que un Estado ideal (además de 'g') debe ser de carácter fuerte y centralizado con control gubernamental de servicios públicos, bancos, minas, transporte + y subvenciones de las artes, un salario mínimo cómodo, el apoyo de discapacidad y edad [d]. Estado cuidado de las mujeres embarazadas con tal distinción como legítimos + ilegítimos hijos. 

Susan Sontag adolescente

En 1957 vuelve a hacer un ejercicio similar (además de establecer para sí misma "Reglas y deberes a los 24", en donde, entre otras cosas, se ordena no criticar públicamente a la universidad donde trabaja, darse una ducha cada noche y escribir a su madre cada tercer día):

¿En qué creo? 
 En la vida privada 
 En sostener la cultura 
 En la música, Shakespeare, edificios antiguos 

¿Qué disfruto? 
Música 
Estar enamorado
Niños 
Dormir 
Carne 

Mis errores 

Nunca estar a tiempo 
Mentira, hablar demasiado 
Pereza 
No aceptar el rechazo

Susan Sontag en 1964

Los diarios de Susan Sontag se han editado en varios volúmenes, siendo el primero Renacida. Diarios tempranos, 1947-1964, y en ellos se puede hallar a una mujer transformarse de la brillante adolescente con la misma curiosidad hacia el conocimiento y la literatura que por el sexo, y la vida misma, por la que manifiesta siempre un gran apego (escribe a los 18, sin más contexto: "Dios, vivir es enorme"), a la deslumbrante librepensadora que sacudió la conciencia norteamericana, convirtiéndose primero en la intelectual independiente más admirada, bandera del movimiento ideológico posterior al mayo del 68, hasta la rechazada por la nacionalista sociedad estadounidense, que en la primera década de este siglo llegó a considerarla traidora a la patria por sus críticas al sistema norteamericano, especialmente por sus políticas imperialistas y antiterroristas.


El segundo volúmen es Como la conciencia es aprovechada por la carne. Diarios y cuadernos, 1964, 1980. Con base a estos libros se han diseñado los Diarios Ilustrados de Susan Sontag (a las que pertenecen las ilustraciones aquí mostradas), por la artista gráfica Wendy MacNaughton, con reflexiones, pensamientos y aforismos de la genial pensadora, que hoy cumpliría 80 años.

2 ideas en tránsito:

Amatista dijo...

Interesante mujer, es que no puedo decir otra cosa..

Saludos

malbicho dijo...

así es, tenía una inteligencia arrebatadora, y su influencia sigue teniendo un gran peso

saludos! =)

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